El papel de la autoexigencia en la salud mental

Hoy en día, la autoexigencia forma parte de nuestra realidad. Nos exigimos demasiado cuando tenemos tendencia a fijarnos estándares excesivamente altos y a ser muy autocríticos cuando estos no se cumplen.

Factores que contribuyen a la autoexigencia

El crecimiento de las redes sociales, donde se tiende a promover especialmente aquellos aspectos positivos del día a día, ha dado lugar a mostrar sólo la mejor versión de uno mismo. Esta necesidad constante de alcanzar una ‘perfección’ irreal puede afectar a nuestra autoestima, haciéndonos sentir insuficientes e insatisfechos.1 

Otro factor clave es el incremento de la competitividad, particularmente en ambientes laborales. Con la globalización y los avances tecnológicos, el mercado laboral se ha convertido en más competitivo y exigente, dando lugar a una cultura donde se valúa la sobrecarga laboral y las expectativas elevadas. Esto puede contribuir a sentirnos presionados para rendir constantemente más y mejor, tanto a nivel profesional como personal.1

Además, estudios recientes indican que estos cambios culturales acontecidos en las últimas décadas han incrementado de forma general los niveles de estrés y ansiedad.1 Las personas que muestran una mayor autoexigencia suelen tener un miedo intenso al fracaso y pueden sentir que su autoestima está ligada a sus logros o a su rendimiento.2

Autoexigencia, ¿defecto o virtud?

Ser demasiado autoexigente es un arma de doble filo. Por un lado, aspirar a la perfección y tener expectativas elevadas nos puede generar satisfacción y realización al alcanzarlas. Pero cuando nuestras expectativas son demasiado elevadas o poco realistas, podemos sentir que nunca logramos alcanzar nuestros objetivos, sintiéndonos insuficientes y decepcionados con nosotros mismos. Esta autocrítica constante, y sin una gestión emocional adecuada, puede generar estrés y a la aparición de problemas de salud mental como la depresión.3,4

Es importante destacar que ser autoexigente no tiene por qué ser siempre negativo y tener altas expectativas puede ser una motivación positiva en las circunstancias apropiadas. Pero es esencial ser consciente de cuando estos estándares empiezan a sobrepasarnos y afectar de forma negativa nuestra salud mental. Proponernos metas realistas y alcanzables, ser autocompasivos y pedir ayuda son herramientas esenciales para gestionar los efectos negativos de la autoexigencia en nuestra salud mental.2

¿Cómo podemos gestionar los efectos negativos de la autoexigencia?

Aprender a lidiar con los efectos negativos de la autoexigencia en nuestra salud mental puede ser complicado, pero existen diferentes estrategias y herramientas que pueden resultar efectivas3:

  1. Proponernos metas realistas: en lugar de fijarnos metas imposibles y elevadas, debemos tratar de proponernos objetivos factibles. Una buena estrategia es fragmentar objetivos grandes en otros pequeños y más realistas. ¡Y no olvides celebrar tus éxitos! 3

  2. Ser autocompasivos: ser compasivo con uno mismo implica ser amables y comprensivos. En lugar de autocriticarnos por lo que consideramos errores o imprevistos, es importante tratar de hablarnos a nosotros mismos como si habláramos con un amigo2. La meditación y el mindfulness también pueden ser grandes aliados.4

  3. Combatir la negatividad: ser autoexigente muchas veces va de la mano con mantener diálogos internos negativos, diciéndonos constantemente que no somos suficientemente buenos o que necesitamos ser perfectos. Una forma de gestionar estos sentimientos es intentar convertirlos en objetivos positivos y realistas de mejora2,3.

  4. Pedir ayuda si es necesario: hablar con un terapeuta o psicólogo puede proporcionar herramientas útiles para lidiar con la autoexigencia, proponer objetivos realistas, y aprender a ser compasivo con uno mismo3.

Referencias

  1. Curran T, Hill AP. Perfectionism is increasing over time: A meta-analysis of birth cohort differences from 1989 to 2016. Psychol Bull. 2019;145(4):410-29.
  2. Ferrari M, Yap K, Scott N, et al. Self-compassion moderates the perfectionism and depression link in both adolescence and adulthood. PLoS One. 2018;13(2):e0192022.
  3. Melrose S. Perfectionism and depression: vulnerabilities nurses need to understand. Nurs Res Pract. 2011;2011:858497.
  4. Khoury B, Knäuper B, Schlosser M, et al. Effectiveness of traditional meditation retreats: A systematic review and meta-analysis. J Psychosom Res. 2017;92:16-25.

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